Solo han pasado horas desde la última vez que te vi y ni te podrías imaginar cuanto te necesito aquí. Necesito que estés aquí, conmigo. No por nada en especial, si no porque te echo de menos y sinceramente, no puedo estar sin ti, es como, como que me vengo abajo, pero no, voy a estar cada día esperando al siguiente, viendo como pasa otro y ver queda menos para verte, pues necesito tus abrazos, tus mimos, tu risa, te necesito, porque no puedo estar sin ti ni diez minutos. Sé que ahora todo está mejor, se que cuando vengas y me recojas en la estación de mi venida de mi pueblo, se que me vas a preguntar mil cosas, que me vas a mirar a los ojos y por supuesto vas a ver verdad, pero sé que antes de todo vendrás a mi y me darás un abrazo enorme, cosa que te aseguro que yo te lo voy a dar aun más fuerte. Me imagino que tendrás miedo, dudas tal vez no, porque te he demostrado mucho este Febrero, pero que no se queda solo en este mes, que habrán más. Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, doce de Octubre, dos años desde aquel día en nuestro banquito, pero no paro ahí, ese día sé que te amaré infinito y infinito es poco, pero seguimos con Noviembre, Diciembre, vuelve Enero y así todos los días de mi vida, cada día más y más, pues espero que te haya quedado claro que quiero pasar el resto de nuestras vidas contigo, pero sinceramente, no eres el único que tiene miedo, no... sinceramente, yo también tengo un poco, dirás, ¿Y por qué me dices esto?, ¿por qué tienes tu miedo? Sé que leerás esto después de tu llegada da Roma, hablaremos y seguiremos tan perfectos como antes, o incluso mejor, eso lo tengo muy claro, pero tengo miedo de que no vuelvas, es un miedo estúpido, lo sé, pero es un miedo. Obvio que vuelves, tienes a tu familia, amigos, me tienes a mi, allí no tienes nada, pero es un miedo y desgraciadamente molestan, duelen, depende del miedo, el miedo es miedo de perderte, no por nada, si no por lo que dije, porque no volvieras, pues prefieras estar allí de repente, te guste algo, el lugar, aquello, no sé. Pero también se que si pudieras quedarte allí, me recordarías y sé que sería uno de los motivos por los que volverías, porque muchas veces me has dicho que yo estoy antes que tus sueño y lo creo, que dejarías todo por mi, lo creo, pero he de decir que cuando pienso que dejarías todo por mi ese miedo desaparece, porque confío en ti.
Me imagino tu cara nada más ver esta entrada, no leela aún, si no ver lo largamente que es, pues así será cada día de estos días que estés en Roma. Pues no sabes cuanto te amo, cuanto te necesito, cuantas ganas son de verte sonreír, de olerte, de besarte, de todo. Que solo llevas horas como dije y se me está haciendo en semanas, de verdad, no sabes cuanto te echo de menos y aun ni ha pasado un día.
Pues aquí finalizo mi entrada de hoy, pues quiero que sepas todo eso, que te echo de menos, que no puedo vivir sin ti, que te necesito, que tengo miedo, pero que a la misma vez no porque se que renunciarías cualquier cosas por mi, que quiero oír y ver tu sonrisas, que necesito oírla, oír tu voz, tus te amo, tus te necesito... pues confieso que esto lo escribo llorando, no lágrimas, si no llorar, pero es por todo esto.
Yo solo espero que lo estés disfrutando allí, que me abraces para no soltarme el Domingo, que me estés necesitando como yo te estoy necesitando, que me ames como yo te estoy amando, ¡joder, que te quiero para siempre en mi vida!
Volveré mañana a por una segunda entrada larga, lo prometo.
Te echo de menos, no te olvides de mi, pues se que me llevas en el corazón, no dudes que yo también te llevo en el mío. Cumplamos nuestra promesa, que sea un siempre, un siempre de verdad, amándonos, siendo felices. Enserio, te necesito, necesitame tu a mi también. TE AMO, MÁS QUE A MI, MÁS QUE A MI VIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario