lunes, 11 de febrero de 2013

Temblar de miedo.

Hoy el miedo vuelve a mi, es el miedo de perderle. No quiero vivir una vida sin él, no es que no quiera, cosa que tampoco, es que no puedo. Porque él es el que da felicidad, luz e brillo a mi regular vida. Y sí, digo regular, por ni es la mejor, pero tampoco la peor. Pero el me la alegra, llena de momentos, risas, risas y más risas. La verdad pocas veces son las que la pasamos mal. Pero hoy... hoy temo de perderle, no por mi, si no por sus rayadas. Yo estoy a 100 %, estoy tranquila, no temo a nada, solo a lo dicho, sé que todo está dicho y la verdad está dicha. No hay mentiras, ya que lo prometí. Puede que mis promesas después de todo no valgan como antes, pero si mi hechos o al menos, intento que se de cuenta de que no puedo sin él.
Yo estoy mejor que nunca, y daría mi vida por verle sonreír. Lo que no deseo, no quiero, no quiero pensarlo es una vida sin él, 12 sin él, veranos, momentos, excursiones, no quiero nada sin él.
Mañana 12 de Febrero espero pasarlo con él, perfecto, sonriendo, amándonos, pues hago 16 meses a su lado y 1 año desde nuestra primera vez, no me arrepiento de aquel 12 de Febrero, pues ya que nos entregamos los dos por primera vez, nos amamos como nunca, hubo caricias, besos, amor, nervios, timidez, hubo de todo, pero sobre todo amor. Y pues quiero todos mis días de amor con él,  todos. Una vida juntos, pues mi conciencia está tranquila, pero temo a perderle, a que dude, a que se pregunte miles de preguntas que no son ciertas, pues yo estoy siendo sincera, ya que lo juré por él. Así que aquí estoy, muerta de miedo pero con la conciencia tranquila.

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