Ayer le susurré a nuestra rana cosas que necesitaba susurrarte a ti, no estabas, estabas en tu cama y seguramente dormido. No sé, me dio como una especie de esperanza o tal vez ilusión, pero le susurré para que te lo transmitiera a ti, como para que te lo contase, que aunque se que no recibístes nada opté por otra manera a parte de ya habérselo susurrado a la rana. Opté por la próxima vez que duermas conmigo (espero que mañana), susurrartelo a tí, en tu oreja solamente a centímentros... ¿no estás lleno ahora de intriga? ¿de ganas por saber que le dije a nuestra rana? Solo hay una solución y es por la que opté para contártelo, tu decides.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVtcP-A83JW-Ds_Z-ngeaGvtK2Mk2UenD7mr5oy6H-l5YivV_BJ_E0vicH1O0LmgQvAbtBQnIuklUkfUa3bE_51c-woCyW_G-a5pIUVy3qHUOcy8CYHRFKFIjXC3FeLZZqMIkmSFo6yiQ/s400/313829_273372439463394_303337348_n.jpg)
Mi cama, la rana y yo te esperamos para contarte, más bien susurrarte eso que tantas ganas tengo. Sin interrupciones, sin quejas, solo escucha y déjate llevar por lo que sientas. Te aseguro, no es nada malo, más bien lo contrario, te adelanto solo una cosa, aparte de que te gustar, "...y es que, sinceramente, eres quien me da la vida, las ganas de vivir, alegría en este mundo tan miserable e injusto...". ¡Venga, duerme conmigo! y sabrás lo que viene antes y lo que viene después.
¿INTRIGADO?
No hay comentarios:
Publicar un comentario